Los esfuerzos de una universidad del oeste de Texas por repatriar los restos nativos americanos de 900 años de antigüedad que se encuentran en uno de sus centros de investigación han dado un importante paso adelante esta semana después de que la universidad determinara que un hombre de la zona es un "descendiente directo" relacionado con los restos.
Según una notificación del gobierno federal publicada el jueves, el Centro de Estudios del Big Bend de la Universidad Estatal Sul Ross ha determinado que Xoxi Nayapiltzin, que creció en Alpine y tiene ascendencia indígena, está relacionado ancestralmente con cinco personas cuyos restos fueron desenterrados durante un proyecto de construcción en 2006.
Según el expediente, los restos fueron descubiertos cuando los trabajadores de la ciudad de Presidio excavaban una zanja para un proyecto de alcantarillado.
Bryon Schroeder, director del centro, dijo en una entrevista que no está seguro de cómo llegaron los restos a manos de la universidad.
"No hay un buen rastro documental", dijo.
Relacionar los restos con un descendiente directo es un paso importante en el proceso legal de repatriación, que exige la ley federal.
Según la Ley de Protección y Repatriación de Tumbas de Nativos Americanos (NAGPRA, por sus siglas en inglés) de 1990, los organismos federales y los museos que reciben fondos federales deben devolver los bienes culturales y los restos humanos de los nativos americanos a las tribus indígenas o a sus descendientes directos.
Más de tres décadas después de la aprobación de la ley, muchos de esos restos siguen depositados en cajas de cartón o vitrinas por todo el país.
Según datos recopilados por ProPublica en noviembre pasado, de los más de 4,400 restos que, según los informes, se han llevado de Texas, menos de 1,200 han sido devueltos. (Según ProPublica, los restos de los indígenas se encuentran actualmente en museos y universidades de todo el país y del estado, como la Universidad de Texas Permian Basin y en
el Museo Centenario de la Universidad de Texas en El Paso.
En diciembre, el gobierno de Biden puso en marcha nuevas normas para agilizar el proceso y reforzar la autoridad de las tribus implicadas. Más reciente, algunos legisladores demócratas se han quejado de que la administración no ha actuado con suficiente celeridad en la repatriación de los restos.
Schroeder afirma que el Centro de Estudios del Big Bend empezó a trabajar en repatriar los restos de su colección mucho antes de que entraran en vigencia las nuevas normas, pero que los cambios hicieron que aumentara el apoyo del gobierno federal.
"Nos tendieron la mano y nos preguntaron: ‘¿Cómo podemos terminar esto?’ Realmente ayudaron a facilitarlo".
El primer paso del proceso de NAGPRA exige que los museos realicen un inventario de los restos que poseen y consulten con las tribus indígenas para determinar quién podría recibirlos. La ley obliga a las instituciones a trabajar con las tribus reconocidas federalmente y sus descendientes directos, pero no con las tribus sin reconocimiento federal. Esto puede complicar el proceso en Texas, donde muchos indígenas no pertenecen a tribus reconocidas a nivel federal.
Según la presentación del jueves, Sul Ross determinó que la "afiliación geográfica" de los restos coincide con el territorio histórico de la tribu apache mescalero, una tribu reconocida a nivel federal. Sin embargo, estudios previos de ADN habían podido vincular restos de antigüedad similar hallados en yacimientos cercanos a Nayapiltzin, lo que lo hacen elegible para solicitar los cinco restos en poder de la universidad.
Nayapiltzin ha desempeñado un papel importante en las iniciativas culturales e históricas dirigidas por indígenas en el Big Bend, incluido un proyecto de gran repercusión para preservar un cementerio apache lipán en Presidio.
Durante años, también ha participado en un esfuerzo por recuperar restos recogidos en yacimientos de toda la región. Nayapiltzin, líderes tribales y otras familias de descendientes locales están trabajando para volver a enterrar algunos de ellos en Presidio.
Aún no se ha decidido el destino final de los restos que se encuentran actualmente en Sul Ross, ya que otros descendientes o tribus aún pueden reclamarlos. La presentación del jueves decía que los restos podrían ser devueltos "a partir del 13 de mayo de 2024".
En una entrevista, Nayapiltzin dijo que está entusiasmado por los esfuerzos más amplios de repatriación en curso en el oeste de Texas.
"Estoy contento de que podamos volver a enterrar a nuestros antepasados en la misma zona de la que fueron sacados", dijo.
En Sul Ross, Schroeder dijo que tiene la esperanza de que esta sea la última vez que el Centro de Estudios de Big Bend se involucre en el proceso de devolución de restos.
"Ojalá no los hubiéramos tenido [en primer lugar]. Pero al mismo tiempo, la disciplina está cambiando, y nosotros formamos parte de ese cambio", dijo. "Es simplemente la forma correcta de proceder".